Con Marte aparentemente como el destino elegido en el futuro de la NASA, los investigadores están observando qué tipo de cosas queremos traer con nosotros cuando vamos a Marte. Pero también, tan importante es lo que nosotros no Quiero llevar con nosotros. Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Florida Central revela que las bacterias comunes a las naves espaciales pueden sobrevivir al duro ambiente de Marte el tiempo suficiente como para contaminar inadvertidamente el Planeta Rojo con vida terrestre. Entonces, si encontramos vida en Marte, la pregunta podría ser: ¿son ellos o somos nosotros?
El equipo de investigación reprodujo condiciones similares a las de Marte, como un ambiente muy seco, baja presión barométrica, temperaturas frías y radiación UV intensa. Expusieron una de nuestras bacterias favoritas, E. coli (Escherichia coli), que es un posible contaminante de la nave espacial, a estas condiciones durante una semana, y descubrieron que probablemente sobreviviría pero no crecería en la superficie de Marte si estuviera protegida de los rayos UV. irradiación, como en rincones y grietas de una nave espacial, o incluso si estaba cubierta por delgadas capas de polvo.
"Si es posible la supervivencia microbiana a largo plazo en Marte, las exploraciones pasadas y futuras de Marte pueden proporcionar el inóculo microbiano (materiales biológicos) para sembrar Marte con vida terrestre", dijeron los investigadores. "Por lo tanto, se debe estudiar una diversidad de especies microbianas para caracterizar su potencial de supervivencia a largo plazo en Marte".
A pesar de que la NASA y otras agencias espaciales esterilizan las naves espaciales en un esfuerzo por reducir la posibilidad de contaminación a otros cuerpos en nuestro sistema solar, estudios recientes han demostrado que las especies microbianas probablemente aún estén enganchadas. Y en lo que podría ser un escenario más dañino que bueno, la naturaleza estéril de las instalaciones de ensamblaje de naves espaciales asegura que solo sobrevivan las especies más resistentes, incluidas las acinetobacterias, bacilos, escherichia, estafilococos y estreptococos. Por lo tanto, es probable que enviemos el peor de los peores tipos de bacterias, al menos según los estándares humanos.
Esta investigación fue publicada en la edición de abril de 2010 de la revista Applied and Environmental Microbiology.
Fuente: Sociedad Americana de Microbiología.