SpaceX demostró ayer que su prototipo Grasshopper Vertical Takeoff Vertical Landing (VTVL) puede hacer más que simplemente ir hacia arriba y hacia abajo. El objetivo de la prueba, dijo el CEO de SpaceX, Elon Musk, en Twitter fue: "desviación lateral fuerte, estabilización y desplazamiento, descenso rápido de regreso a la plataforma".
El 13 de agosto, el Grasshopper hizo exactamente eso, completando una prueba de desvío, volando a una altitud de 250 metros con una maniobra lateral de 100 metros antes de regresar al centro de la plataforma. SpaceX dijo que la prueba demostró la capacidad del vehículo para realizar maniobras de dirección más agresivas que las que se han intentado en vuelos anteriores.
Si bien la mayoría de los cohetes están diseñados para quemarse en la atmósfera durante el reingreso, SpaceX está buscando hacer que su próxima generación de cohetes Falcon 9 pueda regresar a la plataforma de lanzamiento para un aterrizaje vertical.
Esto no es fácil. El Grasshopper de 10 pisos ofrece un desafío para controlar la estructura. El Falcon 9 con una nave espacial Dragon tiene 48,1 metros (157 pies) de altura, lo que equivale a unos 14 pisos de altura. SpaceX dijo que los desvíos como este son una parte importante de la trayectoria para aterrizar el cohete precisamente en el sitio de lanzamiento después de volver a entrar del espacio a una velocidad hipersónica.
También en Twitter esta mañana, Jon Cowert de la NASA (que ahora está trabajando con el programa Commercial Crew) echó un vistazo a la incursión de la NASA en los vehículos VTVL con el vehículo Delta Clipper Experimental (DC-X). El siguiente video es del 7 de julio de 1995, y el Delta Clipper fue catalogado como el primer vehículo cohete totalmente reutilizable del mundo. Este octavo vuelo de prueba demostró que el vehículo podría convertirse en un perfil de reingreso y reorientarse para aterrizar. Este vuelo tuvo lugar en el White Sands Missile Range en el sur de Nuevo México.
Pero después de algunos problemas (los incendios y la nave espacial se cayeron cuando un puntal de aterrizaje no se extendió), la NASA decidió intentar concentrarse en el VentureStar X-33, que aterrizaría como un avión ... y eso tampoco funcionó muy bien.
Pero esa es otra historia.